martes, 19 de julio de 2016

Leslie Brooks




El arte de realizar un retrato que luzca parecido al original, es un proceso extremadamente preciso y detallado, porque cualquier línea un poco más oblicua o proporción distinta cambia automáticamente la facción o el gesto. Supongo que el ojo se afina con la práctica.

En el caso de los seres humanos, las luces y sombras generan volúmenes importantes dentro del rostro, no así en los animales o cosas donde hay cierto margen dentro de lo "reconocible". Dibujar un rostro realista es un ejercicio exacto que requiere concentración continua de los detalles y comprensión del total. 

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